El aguacate no es una verdura, sino una fruta. Aunque estamos acostumbrados a considerarlo una verdura, en realidad es una baya con un hueso grande en su interior.
Un superalimento ancestral. El aguacate ya lo cultivaban los aztecas, que lo llamaban «ahuacatl», que se traduce como «fruta aceitosa». Lo apreciaban por su valor nutritivo y su sabor intenso.
Madura después de la recolección. En el árbol, el aguacate permanece duro, y solo se vuelve suave y cremoso después de ser recolectado. Por eso, a veces hay que esperar varios días hasta que «madura» en casa.
Hay más de 400 variedades. La más popular es la Haas, pero hay otras, con piel lisa o rugosa, más grandes o muy pequeñas.
Es el compañero ideal para otros alimentos. Gracias a su textura cremosa, el aguacate combina muy bien con verduras, huevos, tostadas o incluso chocolate en postres, añadiendo suavidad y riqueza de sabor.